Dios es quien dirige y que es lo que cada uno necesita. "Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si vieres caballos, carros, y un pueblo más grande que tú,no tengas temor de ellos ,por que Jehová tu Dios esta contigo el cual te sacó de la tierra de Egipto" (Deuterenomio, 20:1)
Empecemos por nuestras vidas, ser parte de este mundo, no ha sido facíl, muchas veces cada esfuerzo nos ha costado lagrimas, y nos desesperamos, cansamos y tememos, porque vemos que lo negativo o los problemas son más grandes y nos da miedo y en momentos nos paraliza, ya sea en nuestro crecimiento espiritual, en nuestras amistades, en lo profesional, familiar, en la economía y hasta en las relaciones de pareja.
Todas estas áreas están relacionadas con nuestra vida y en cada una tenemos luchas, y también cada una nos puede llevar al fracaso del objetivo que tengamos. Nuestros fracasos repercuten como efecto domino, afectando distintas áreas de nuestra vida.
Sabemos que como todo hijo de Dios, todo nos ayuda para bien, como también que Dios no nos dará más carga de la que no podamos llevar. Pero ¿por qué fracasamos? Porque cuando vemos los caballos y los carros nos asustamos. En base a mi experiencia y lo que viví estos días, lo que dicta mi corazón responderé la pregunta. Mi vida desde pequeña no fue fácil, Pero Dios siempre me dio señales de que Él estaba conmigo, aún así en cada proceso y guerra temí y dude. Pero por qué lo hacemos, si a pesar de que Dios nos ha sacado ya antes de situaciones y problemas mayores seguimos dudando. El que nos saque, no es el problema, el problema está en nuestra vida espiritual, de como estamos preparados, y como ha sido nuestro compromiso, la constancia de la preparación para seguir en esta vida espiritual cristiana y hemos o no usado las herramientas, que nos dejo Dios para defendernos. ¿En realidad ha ultima hora estamos pidiéndole a nuestro Padre Celestial, que nos ayude? Por que aveces hasta olvidamos que la oración, no es que dure una hora, o de palabras perfectas, si no una oración con un corazón humilde, sincero y por sobre todo con tiempo Olvidamos que si ponemos los ojos en nuestro actuar en Dios, lo demás vendrá por añadidura.
Muchas veces nos afanamos en nuestra vida secular y todo el problema esta en nuestro alimento espiritual, el no ocupar las herramientas que Dios nos ha dejado, en no pedir ayuda y guía a nuestro lideres o familiares. Es ahí en donde sentimos miedo, ya que por mucho que conozcamos los milagros de Dios y aún sabiendo de su gran obra de amor. Dudamos, flaqueamos y muchas aveces abandonamos nuestro blanco perfecto, Cristo, nuestro Señor. Entonces usemos las herramientas que Dios nos ha entregado, tal vez temamos, pero si estamos bien preparados tendremos en Dios la victoria. Muchas bendiciones a todos los lectores.