"Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo"
(Efesios 6:1)
Esta porción de la carta a los efesios nos da una clara instrucción de lo que debe prevalecer en la iglesia de Cristo. Pues, no existiendo acepción de personas como dice al final del versículo 9, debemos entender con claridad que "la iglesia" esta compuesta por una diversidad de personas, más hoy, diversidad tiene un nuevo significado que no va conforme a la Escritura.
¿Qué debemos razonar de toda esta instrucción? Primeramente, que siendo el consejo de Dios, un consejo completo, podemos integrar cada uno de los aspectos que menciona el apóstol Pablo para tener todo en un solo panorama.
Comencemos con los hijos. Estos hemos recibido un consejo muy especial, dentro de los mandamientos del Antiguo Testamento, es el primero con promesa: Honra a tu padre y a tu madre "para que tus días se alarguen en la tierra que el Señor tu Dios te da" (Éxodo 20:6). Pablo escribe que hacer esto es justo y a los Colosenses 3:20 les dice también que esto agrada al Señor. ¿Pero qué hijo puede gozar de esta promesa si primero no se entrega al Señor? Porque el consejo es claro: "obedeced en el Señor a vuestros padres" y de esto se deriva todo lo demás. Así seamos empleados o jefes, padres o solteros, la promesa tendrá cumplimiento cuando somos hijos que honramos a nuestros padres en el Señor.
Después viene la instrucción a los padres. "No provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor" (Efesios 6:4) Esta instrucción a los padres trae implícita la orden de estudiar las Escrituras para poder conocer cuál sea la disciplina y la amonestación del Señor. No es un simple consejo para ejercer la tolerancia o una condescendencia equivocada, sino un consejo de oro que debe conducir a los padres a la meditación constante de la Biblia. La esclavitud era un modo de vida en la época de la iglesia primitiva, por esto el apóstol Pablo no pasa por alto el instruir a los siervos y a los amos. A los siervos les manda tener una actitud perseverante en la humildad, sirviendo como si lo hicieran para el Señor antes que para los hombres (Efesios 6:5-8). Cabe aclarar que la servidumbre esclava no fue aprobación de Dios, sino fue consecuencia de la dureza de corazón del hombre, por ello todavía hoy hay servidumbre esclavizada bajo infringimiento de las leyes y derechos humanos. Pero la promesa del Señor que hemos visto al principio, tiene su cumplimiento ahora en esto, que aún en cualquier condición en la que nos hallemos serémos prosperados, tal como sucedió en aquellos tiempos.
Finalmente, a los amos se les dio este consejo: "Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas" Efesios 6:9. ¡Qué bella es la palabra del Señor, nos enseña su poder desde su trono allá en los cielos, y que a todos nos somete por amor a él mismo, haciéndose Señor nuestro tanto de pobres como de ricos, huérfanos y familias enteras. No hay diversidad más hermosa que los hijos del Padre celestial. Gocémonos siendo hijos, honremos a nuestro Padre celestial por medio de nuestro Señor Jesucristo a quien es toda la gloria, toda la honra y todo el honor desde ahora y para siempre! Aleluya, amén.