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Adorando a Dios en medio de la prueba.



En muchas ocasiones, hemos notado que cuando más tratamos de buscar a Dios en santidad, es cuando vienen las mayores pruebas contra los hijos de Dios y escrito está, que seremos probados, así como se prueba la calidad del oro

"así como la calidad del oro se pone a prueba con el fuego, la confianza que ustedes tienen en Dios se pone a prueba con los problemas." (1 Pedro 1:7 TLA )

Y en la mayoría de los casos, flaqueamos ante los problemas y ataques del enemigo. Es por eso que hoy me gustaría escribirles acerca de la confianza y adoración a Dios que tuvieron 3 varones judíos ante la adversidad.


La palabra de Dios tiene un sin número de momentos milagrosos y maravillosos, pero sin duda alguno, uno de los momentos más impactantes es la del momento en que Sadrac, mesac y Abednego están dentro del horno de fuego.


Estos hombres no estaban siendo probados por su fe; el hecho es, que su fe los puso allí. El Señor claramente estaba detrás de otra cosa. Como vemos en el relato, los babilonios paganos no estaban influenciados por sus oraciones o sus predicas. No estaban impresionados por su sabiduría y conocimiento ni por sus vidas santas. No, el impacto sobre Babilonia vino cuando la gente miro dentro del horno y vieron a tres hombres regocijándose, alabando a Dios en su hora más difícil.


Estos varones fueron lanzados atados al horno, por no adorar a la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado. El rey ordenó también que el horno se calentará siete veces más de lo habitual, con esto cualquier persona común no podría sobrevivir ni siquiera tres segundos, sin embargo Dios hizo un milagro y los tres jóvenes no recibieron daño alguno.

La Escritura dice que Nabucodonosor estaba “espantado” ante esa vista. Se levantó apresuradamente, diciendo: “¿Qué está pasando aquí? ¡Arrojamos a tres hombres en este horno, pero ahora hay cuatro y todas sus ataduras no están! Miren, están cantando y alabando a ese cuarto Hombre” que grandioso es nuestra Dios.


Ese es el impacto que nuestras adoraciones traen durante nuestras pruebas. Así que ¿cómo has estado reaccionado en tu hora de aflicción? ¿Estás sintiéndote débil, sin poder para resistir al enemigo? Es hora de levantar manos santas en alabanza a nuestro Salvador. En cristo somos libres, no importa la prueba, aflicción o problema que estemos pasando. Alegrémonos y regocijémonos, sabiendo que el cuarto Hombre está en el horno junto con nosotros. Cristo se revelará en tu prueba, y el fuego quemará todas esas cuerdas que te atan.


Muchas gracias por leer este pequeño devocional, espero sea de edificación para sus vidas. Dios les bendiga Amados!


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